Jueves Santo: «Gloria Nazarenorum» por Patricia Cardoso

El sol despunta al alba, la luz acaricia la silueta de Santa María de la Palma, comienza la mañana, despereza la Plaza Alta, revolotean palomas cuando de la fuente mana el agua.

El pórtico principal del Templo Mayor abre sus puertas de par en par. En Santísimo, Ritz o Convento, comienzan a asomar fieles que se acercan a su cita anual con Jesús Nazareno. 

El interior del Templo, bulle en hervidero de emociones, reencuentros, felices hermanos de ojos vidriosos que se funden en abrazos.

Todo ello, bajo la atenta mirada de Ntro. Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Amargura. Rezos, jura de hermanos, íntimos momentos  de adivinanzas de estrenos, descubriendo exornos florales o el ateniendo de los Titulares. 

El tiempo impasible avanza aplacando la tarde a la mañana, es la hora del goteo incesante de costaleros, nazarenos, niños, mantillas, colaboradores y devotos que arremolinados a las puertas del patio aguardan el momento de entrada. 

Comienza la composición de esa efímera arquitectura del cortejo procesional, momentos de organizar los diferentes tramos, cirios, insignias, los nervios se apoderna del ambiente, la atmósfera creada en el interior del Templo irradia emoción de ilusiones renovadas.

¡Que se abran las puertas del Templo! Exclama con voz firme el hermano mayor, y la luz, inunda todo.

La Plaza alta comienza a exhalar los aromas de la corporación nazarena, desde balcones y terrazas penden colgaduras y reposteros alusivos a tal insigne corporación. 

La hermandad converge en cofradía, exhibiendo en las calles un artístico ajuar de enseres el cual susurra siglos de historia. Más de doscientos sesenta noches de Jueves Santo, una pasión enraizada en lo más hondo el corazón de la Ciudad.

Nombres propios de la Semana Santa firman tan completo tesoro, bordados de las hermanas Antúnez, Rodríguez Ojeda o Grande de León, cartelas de Pérez Calvo, junto a las gubias de Bravo Nogales, Ramos Corona o Luis Álvarez Duarte, completan un cartel rematado en los cinceles de Manuel de los Ríos moldeando la plata del palio. 

Tan este exquisito patrimonio, es levantado por la fuerza motriz de un gentío de sangre morada, quienes bombean la energía al cortejo elegante que avanza con paso firme entre ruegos y plegarias.

Enmudece la Plaza, Jesús Nazareno sobrepasa el angosto dintel de la Iglesia Mayor, gracias a la fusión y maestría de capataces y costaleros. La nao nazarena arriva a la Plaza Alta envuelto en saetas flamencas, quejaos que brotan a borbotones de gitanas gargantas.

La luna de Nisan acompaña al caminar del Señor, despacio, de costero a costero, camina  Jesús con la cruz al hombro, redimiendo de pecados al pueblo.

Más tarde tras unos instantes se siente la extraña sensación de la dulce Amargura, ¡Sí!, dulce Amargura. Dolorosa primorosa en la noche del Jueves Santo perfumada de rosas luces vestida de Reina entronizada en tu palio, ofrenda engarzada por los hombres para ensalzarte en la Tierra. 

La noche se vuelve locura, familias, grupos de amigos, niños, mayores te siguen por las callejas, conquistadora de almas rezumas grandeza. 

Madre gitana, morena, tu saya torera recrea aún más tu belleza.

Te pierdes por San Isidro, acariciando balcones, la música de tus bambalinas configuran la sublime melodía de una noche encantada.

Regresas de madrugada, sollozando acongojada, tus hijos claman la salve compuesta para enjugar tus lágrimas. Eres el espejo de esa intensa luz que ya reposa silente bajo las naves de la Palma.

La madrugá nos alcanza, Jesús, el de la cruz al hombro se transfigura en la Fe de un madera erigido en cruz. 

La Fe es descendida por devotos hermanos que se aferran al madero arañando los clavos que ati Jesús, te tienen crucificado. 

Cristo de la Fe, sobria talla que procesiona en la madrugada, eres la anónima devoción de la marea callada que arrastra tu añeja devoción. La mágica noche toca a su fin, envueltos en un sortilegio de humildad cuando ya, todo acaba. 

Algeciras,  Jueves Santo – Madrugá 2020.

Patricia Cardoso para MUNDO COFRADE ALGECIRAS

Vice-Hermana Mayor de Nazareno

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