La Hermandad de Medinaceli participa en las Jornadas de Espiritualidad Salesianas en Turín

La Hermandad de Medinaceli participa en las jornadas mundiales de Espiritualidad Salesianas celebradas en Turín.
Celebradas junto al Rector Mayor desde el día 10 de enero hasta el domingo 13. Con la presencia de la Hermana Mayor, Inmaculada Pérez, la Tesorera Maribel Garzón.

Jornadas Santidad Salesianas, presencia de Hermandad Medinaceli

Las Jornadas de Espiritualidad de la Familia Salesiana (GSFS) 2019 se inauguraron oficialmente la tarde del jueves 10 de enero, en el gran teatro de Valdocco, oyendo las palabras del Padre y del centro de unidad de la Familia Salesiana, el Rector Mayor, Ángel Fernández Artime, quien profundizó y presentó el mensaje del Aguinaldo 2019: ‘La Santidad también para ti. Para que mi alegría esté en ustedes’ (Jn. 15,11).

El P. Enrico Stasi, Inspector de los Salesianos de Piamonte, Valle de Aosta y Lituania, dio una cálida bienvenida a los participantes de todo el mundo, mientras que el salesiano Eusebio Muñoz, Delegado Mundial del Rector Mayor para la Familia Salesiana, subrayó: “Esta experiencia nos permite comprender mejor lo que el Espíritu ha hecho con Don Bosco y continúa renovándose en nuestros grupos y en cada uno de nosotros”.

A continuación, Fernández Artime relató las razones que le llevaron a elegir el tema del Aguinaldo 2019 y fueron justamente a través de las frases del Papa Francisco, mediante el testimonio de los Santos de la Familia Salesiana, a través del testimonio de Jesús y de María y mediante los ‘criterios de santidad’.

El Rector Mayor invitó a todos a buscar la santidad en su vida cotidiana y a ser testigos de la santidad para los demás, sobre todo para los jóvenes: “No es necesario que las personas consagradas digan a los jóvenes lo que tienen que hacer con su vida, ni siquiera decirles lo que es bueno y lo que no lo es. Los jóvenes necesitan tener la seguridad, mirándonos a los ojos; que lo que ven en los consagrados es verdad. ¡Es verdad, es verdad lo que dicen! Se debe ver la felicidad, la alegría, que hay en la vida de un consagrado para que puedan creer lo que les decimos, lo que hablamos. Demos testimonio con nuestras vidas, creamos en la santidad en nuestra vida cotidiana y demostremos esa santidad en la vida cotidiana”.

Finalmente, concluyó su intervención con la presentación de los “criterios de santidad”, precisamente para dejar claro que ser santo es posible para todos:

– vivir la vida cotidiana como un lugar de encuentro;

– ser personas orantes y comunidades de oración;

– desarrollar los frutos del Espíritu Santo;

– practicar la virtud;

– dar testimonio de nuestra comunión;

– entender que la vida de todos es una misión;

– busca la simplicidad del Evangelio;

– crecer en gestos pequeños hacia los otros

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