Nuestro Camino de Cuaresma

Caía la tarde en Algeciras un día gris y ventoso del pasado mes de enero, nadie en la calle a pesar de la tristeza que se respiraba en el ambiente en la Plaza Alta reinaba la esperanza, una larga cola de entrega y caridad hacía que el ambiente se colmara de alegría. Con lágrimas en los ojos y llena de emoción comprobé que mi tierra es solidaria, en aquel momento el aire hablaba una vez más de amor y generosidad en nuestra ciudad. Ciudadanos con un gran compromiso y llenos de valores que hacemos grande nuestro querido pueblo, ellos y ellas estaban dando lo más grande, lo que les da vida para entregar vida a los demás, igual que Jesús en aquel primer Viernes Santo de la historia.

Hoy es Miércoles de Ceniza comenzamos una cuaresma muy distinta, estamos viviendo tiempos difíciles, momentos de pocas luces y muchas sombras. Iniciamos este tiempo de conversión, propicio para meditar y orar, y lo hacemos con la actitud del caminante, con el corazón despierto, abierto a la novedad de Dios que nos seguirá presentando Jesús de Nazaret; Nos encontramos como Cristo cautivos de una terrible pandemia y necesitados de una Madre que nos llene de Esperanza, que nos Auxilie con su manto de amor y nos bendiga bajo su Palma protectora. Ahora más que nunca ha llegado el momento de mirar hacia delante, de trabajar unidos, remando en la misma dirección, estoy segura de que juntos lo conseguiremos, lo que estamos pasando sólo puede servirnos como un impulso para un futuro mejor y esa labor hemos de hacerla todos juntos. Esta Cuaresma vamos a vivirla desde el interior profundizando en nosotros mismos y encontrándonos con el Señor, es un buen momento para hacer un parón en nuestras vidas y dar gracias por haber sido llamados. Es Él quien nos ha elegido con confianza para una misión especial, ponemos nuestra vida en sus manos para que la siga llenando de amor, de sentido, de paz, de fuerza, de servicio…. Y de entrega como aquella fría tarde de enero para juntos construir el Reino de fraternidad.

En este tiempo que he estado dirigiendo la Cofradía Medinaceli-Esperanza he podido comprobar cómo las manos atadas de un Cristo hecho de bondad y el manto protector de una Dolorosa muy guapa acogían todas nuestras penas y alegrías en la Capilla de San Isidro, como el cielo de Algeciras se hace con todas las miradas cada Martes Santo precedido por la lluvia de besos del primer viernes de marzo. Jesús estamos atravesando un tiempo inimaginable, muchas veces nuestros ojos no pueden ver, ni nuestras manos pueden palpar, pero ahí estás Tú, para comprobar cuánto hay detrás de cada corazón, y allí donde Tú habitas tu dulce mirada se hace vida eterna. Ahí quiero que alcance nuestra voz, para que seas la Luz que ilumina nuestro camino y escuches nuestras súplicas, pues Tú estás con los que sufren, con los que tienen tristeza, con los que están agobiados y también con los que enferman. Transitamos tiempos sin precedentes y deben ser oportunidades a voces con esperanza.

Vamos en esta cuaresma a beber de las fuentes de nuestra historia, a vivir con plenitud el culto, la caridad y la formación, vamos a darles referentes a nuestros jóvenes, para que sean nuestro principal motor de crecimiento, llegando al Triduo Pascual para presentarle nuestra amistad aún más fuerte.

Ayúdanos, Señor a caminar contigo:
a no enjuiciar ni condenar los defectos de los que comparten mi vida.
A comprender las cruces de los que caminan a mi lado.
Ayúdanos, Señor a caminar contigo
Necesitamos volver de los caminos equivocados
hablarte, con oraciones que nacen en el silencio.
Escuchar palabras que sanan y salvan
corregir pautas y comportamientos,
actitudes y olvidos que me alejan de Ti
Ayúdanos, Señor, y haz que esta Cuaresma,
sea una oportunidad para acercarme a todo ello
viviendo siempre desde el amor.

 

Hoy nos ponemos en camino siguiendo las huellas de Cristo, invoca a Dios no navegues junto a los escollos.

Y lo vamos a hacer junto a las Imágenes de Cristo que procesionan en nuestra ciudad, que, aunque
este año no lo hagan por nuestras calles sí que lo harán por nuestro corazón y junto a ellos un mensaje para trabajarlo siguiendo este particular itinerario Cuaresmal. ¿Te apuntas?

 

SE LEAL. ALÉGRATE Y ALEGRA A LOS DEMÁS.

REZA, NO OLVIDES LA ORACIÓN COMO VITAMINA PARA TU CORAZÓN.

PERDONA, AUNQUE DUELA, SIEMPRE PERDONA.

SE HOMBRE, MUJER DE ESPERANZA Y COMPÁRTELA CON TODOS.

PROCLAMA HABLA DE LA PALABRA DE DIOS Y DA TESTIMONIO.

CONSUELA A TANTOS CRISTOS QUE HAY EN NUESTRA VIDA.

DIGNIFICA TODOS SOMOS IMPORTANTES DESDE LOS PRIMEROS A LOS ÚLTIMOS.

SE AGRADECIDO SIEMPRE ES IMPORTANTE DAR LAS GRACIAS.

DA LA VIDA PARA DAR VIDA. SE GENEROSO/A ES IMPORTANTE HACERSE POBRE PARA
CONOCER EL LUJO DE DAR.

EVITA EL RESENTIMIENTO. OLVIDA Y ACERCATE SIEMPRE.

CUIDEMOS NUESTRAS PALABRAS. SE PRUDENTE Y JUSTO CONSTRUYE PUENTES.

BUSCA EL SILENCIO Y REFLEXIONA Y SI ES NECESARIO ARREPIÉNTETE. SE HUMILDE,
ACEPTA EQUIVOCARTE.

NO BUSQUES EXCUSAS AUXILIA, CONDUCE , ASISTE Y TEN PACIENCIA.

SINTÁMONOS ACOMPAÑADOS DE LA MADRE PARA DESCUBRIR LA TUMBA VACÍA.
ANUNCIEMOS JUNTO A ELLA QUE CRISTO HA RESUCITADO Y NOSOTROS CON ÉL.

MADRE Déjanos soñar contigo y que muy pronto podamos cantar este canto de alabanza:

Palma, mascarón de proa de este barco llamado Algeciras, te llamarás Rocío cuando surcas unas marismas azules con un Simpecado muy especial o Auxiliadora cuando con un corazón salesiano junto a Don Bosco velas por la juventud y también Palma que echas anclas en nuestra Bahía junto a los marineros y pescadores con el hermoso nombre de Carmen, con Fátima, ejemplo de fidelidad en la capelina y junto a nuestra Señora de Gracia derramando dulzura.

Palma cuando siembras Alegría por Blas Infante, y como Buen Fin te piropean ¡Bendita Tú entre las mujeres!, cuando derramas Lagrimas para aliviar el camino de tu hijo y cuando repartes a manos llenas Salud y Esperanza para un mundo que la ha perdido. Palma en el momento en que haces idéntico tu Mayor Dolor y el dolor algecireño, cuando llegarás como Estrella para llenar Algeciras con la hermosura de tu cara y Amargura entre clamores por tus hijos boquiabiertos de admiración, siempre Trinidad que cuando atraviesa la ciudad la enciende con tus grandes ojos, dando Remedio a nuestros males y Piedad que a cada paso vas recogiendo oraciones y plegarias rompiendo el silencio y Palma cuando la candelería da luz única a la bonita cara de la Virgen en Soledad.

Inmaculada Pérez Pizarro

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