Adelante…. Siempre adelante

El 25 de enero amanecía un poco gris y frio, muy frio….pero era un día lleno de esperanza en nuestra ciudad, el Presidente de la Junta, Juanma Moreno, acudiría a presentar como alcaldable a nuestro querido Jose Ignacio para una nueva legislatura. Muchas promesas y sueños en la cabeza de los algecireños, adornados con la luz, el brillo y el encanto de esta gran ciudad.

Sin embargo, en un rincón de la bonita calle Ruiz Tagle del Barrio de San Isidro, Yassine, tenía otros planes y cuando los llevo a cabo, sembró el terror y el pánico en los dos lugares más emblemáticos para mí de esta mi Algeciras, que durante las siguientes horas y los siguientes días tuvo que presentar su rudeza, su carácter abrupto para luchar contra los vientos enemigos.

Sin duda, los milagros son el lenguaje de Dios, y así Jesús de Medinaceli, quiso que D. Antonio fuese cubierto con el manto de María Auxiliadora cuando postrado a sus plantas, cayo tras recibir en el cuello el golpe seco con el machete de grandes dimensiones. No puedo expresar con palabras lo vivido en la capilla en los siguientes momentos gritos, lagrimas, sirenas, abrazos, nerviosismo, carreras y caras descompuestas…. para intentar socorrer a Don Antonio y que cuanto antes fuese trasladado al Hospital Punta Europa. Gracias a Dios milagrosamente esta bien, la intervención quirúrgica fue larga y laboriosa pero al día siguiente se encontraba cansado pero lleno de vida y de ilusión.

Estamos celebrando el Triduo de Don Bosco, el que nos dejo una gran herencia, y unas palabras que marcan mi vida: “Adelante siempre adelante”, así es como el bueno de Don Antonio está viviendo estos momentos, dando un testimonio increíble de esperanza, paz y calma, podríamos decir hasta con alegría como hizo el Santo de los jóvenes cuando en varias ocasiones los masones intentaron asesinarlo. Don Antonio ha sido en esta situación, como nunca digno hijo de su Padre, Maestro y amigo: San Juan Bosco.

Yassine no se sintió satisfecho con esta fechoría y bajo rápido a nuestro Templo Mayor donde nuestro querido Diego Valencia no corrió la misma suerte, él si que recibió con el mismo arma un golpe mortal, él si que defendiendo el evangelio se tropezó con la muerte, cuando se hallaba prestando un buen servicio en la misión que el Señor había pensado para él.

En esta Iglesia, Templo jubilar curiosamente este año, Diego desarrollaba una excelente labor bajo la mirada atenta de Santa María de la Palma en su día a día, donde siempre encontraba Auxilio en los instantes de Soledad y Amargura. Se sentía muy bien, muy a gusto diría yo cumpliendo con mucho cariño y profesionalidad, cómo ha dicho el Padre Juan en numerosas ocasiones era su fiel Sacristán, aún me estremezco cuando recuerdo sus palabras: “Diego ha muerto para que viva yo, era por mí por quién venía”. La vida es un regalo que se nos ha dado y nadie debe arrebatárnosla de esta forma tan cruel.

Diego Valencia Pérez enamorado de la vida, de Algeciras, de su familia, sus amigos con quien gracias a Dios tuvimos la suerte de compartir muchos momentos y contar un sinfín de anécdotas. y como no su mejor faceta gran esposo, mejor padre e inmejorable abuelo, ha dejado unas brasas que seguirá alimentando con su recuerdo.

Su devoción a la Virgen del Carmen hacía que se sintiera muy protegido en la Parroquia de la Plaza Alta algecireña, por eso fue ella quien lo acompaño en este último momento de su partida, Ella la que lo recibió como sólo una madre sabe hacerlo y Ella la que lo llevó hasta su Hijo, el que ha guiado su camino.

La muerte es la parte más difícil de la vida, no para los que pasan sino para los que quedamos atrás extrañando ausencias. Diego tu partida inesperada dejó en nosotros el recuerdo imborrable de tu disponibilidad cariño y alegría, pues muchas semillas dignas de continuidad sembraste en la tierra y en nuestros corazones. Sin duda tu fallecimiento esa fría tarde de enero cambiara la vida de los tuyos, pero mucho más lo hizo el imborrable recuerdo del tiempo que pasaste a su lado. Descansa en la paz del Señor amigo.

Seguir a Cristo, no es andar un día tras sus pasos, seguir a Jesús es peregrinar durante toda la vida, como hicieron la Sociedad Algecireña y nuestras Hermandades y Cofradías siempre presentes en el momento oportuno. Un largo camino de alegrías y tristezas, pero sobre todo y ante todo de Esperanza.

Gracias a las fuerzas de Seguridad del Estado por su buen hacer, a los sanitarios por su gran profesionalidad y humanidad, gracias a todos por esas palabras cercanas y muy directas al corazón. Palabras llenas de esperanza que nos acercan al mensaje de Cristo, pues estamos llamados a dar testimonio de nuestra Fe, valientes… sin miedo, siempre acompañados por María.

Todo mi cariño y oración a la Comunidad Salesiana y a la Comunidad Parroquial de Santa María de la Palma, y muy especialmente a la familia de Diego Valencia, que la Misericordia y el Amor de Dios cristalicen y aviven las miradas de las hombres y mujeres de la población algecireña que en estos momentos se encuentran un poco apagados, Señor haz que sigamos viviendo en PAZ., Adelante…. Siempre adelante.

Inmaculada Pérez Pizarro

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