Jesús de Medinaceli luce con Potencias y sin Corona de Espinas

EL SEÑOR DE MEDINACELI DE CARLOS BRAVO NOGALES
El Señor Cautivo Medinaceli, tras siete décadas, vuelve a lucir sobre sus sienes, potencias y sin corona de espinas, tal como fuere concebido por el escultor D. Carlos Bravo Nogales en 1944.
Las potencias de Dios, tiene su origen en un antiguo concepto de la filosofía aristotélica, donde, Aristóteles, partía de la consideración de que todos los seres humanos poseemos cinco géneros de potencias del alma, dentro de los cuales, se distinguen las tres ‘potencias’ intelectivas: memoria, entendimiento y voluntad, que proporcionan al ser humano las facultades de poder pensar y de querer libre.
Como hombre verdadero, Cristo también las poseía aunque desarrolladas en su grado máximo, pues sólo de este modo, pudo ser capaz de reunir la fortaleza física y psíquica necesaria para aceptar, soportar y padecer la Pasión en su cuerpo y en su alma.
En consecuencia, las potencias quedaron convertidas, por derecho propio, en los verdaderos atributos heteróclitos de Jesucristo en su triple condición de profeta, sacerdote y rey, simbolizando la plenitud de la gracia, la omnipotencia y la omnisciencia.
Además, según el Arte Bizantino, estos destellos, representan la bondad, la verdad y la beatitud, tomando como fuentes los libros de Isaías (LX, 1-3) y Apocalipsis (XXI, 11-15).
Por otro lado, la representación iconográfica de los Cautivos, viene a ramificarse en dos escenografías durante la Pasión de Jesucristo:
Tras el apreso en el Huerto de los Olivos y durante el Juicio.
En ambos pasajes, es correcto la representación del cautiverio de Jesús, y además, ambas comparten un detalle común: la frente sangrante, aunque por motivos totalmente diferentes en cada caso:
– El primero, la sangre surge con el brote de sudor durante el rezo en el huerto de Getsemaní, denominado: Hematidrosis.
– El segundo, tras la coronación de espinas en el Juicio de Pilatos.
Es por ello, que lleva a confundir comprensiblemente, la interpretación de la presentación iconográfica.
Por tanto si el autor, lo presenta sin corona, estamos ante la confirmación de una representación de Jesús apresado y cautivo en el Huerto de los Olivos.
📷 Rocío Rodriguez López (Rocio Fotografía)

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