La gestión cofrade

La Cuaresma siempre es un momento en el que los cofrades vivimos todos los actos con intensidad. Pero, también existe la conciencia colectiva del inminente final de la fiesta que esperamos durante todo un año, la Semana Santa.

Durante este tiempo, son frecuentes los debates y tertulias en las mesas y barras de los templos religiosos y laicos de nuestra ciudad. Precisamente, el debate ha estado protagonizado por tres puntos este año: los altares de cultos, el cuidado de la figura del nazareno y la apuesta de las Hermandades por la calidad artística y audiovisual.

Sin duda alguna, son cuestiones muy interesantes y que pueden ayudar a la mejora de la Semana Santa algecireña. Todo ello unido a la inminente celebración de una Procesión Magna- pendiente de flecos organizativos- para el mes de septiembre. Hay incentivos suficientes para activar a las Hermandades y Cofradías este año.

Sin embargo, este espíritu crítico y constructivo se da de bruces con una realidad incontestable: la gestión cofrade. ¿Qué implica exactamente ese término? Pues supone que las Juntas de Gobierno tienen que ir apostando por la introducción de conceptos de gestión empresarial al día a día de las corporaciones, sin perjuicio de descartar todo riesgo de impersonalidad que puedan suponer algunas medidas, como la implantación generalizada de las nuevas tecnologías.

Y no se trata de ser un pesimista crónico. Pero todo elemento adicional que se quiera incorporar a la Semana Santa requiere de una gestión previa. Esa exigencia requiere una preparación continua ,y en definitiva, de escoger la mejor solución. Estos tiempos de la sociedad actual demandan valentía, porque el futuro está en las manos de todos los cofrades. Ojalá alguien capte este mensaje……

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