Viernes Santo: «La muerte no es el final» por Javier Corella

Jesús, el mismo que entró triunfante en Jerusalén, el Domingo de Ramos, ha sido crucificado para la redención de todos los cristianos. Algeciras se viste de luto, Cristo ha muerto… Es Viernes Santo.

Estos renglones podrían ser muy distintos, si se tratase de un año “ordinario”. Estarían escritos casi sin tiempo, entre un porte de enseres desde nuestra casa de hermandad, a la Iglesia de la Palma; o incluso, después de una breve junta de gobierno, de esas de última hora, que tantos nervios acumulan, pero que tanta fuerza y ánimo desprenden.

Qué bonito es llegar a la Plaza Alta, ver la cera que otras cofradías han derramado, la misma que se cubrirá de la negra, que desprenden nuestros nazarenos, esos que siempre están, y que vienen acompañados por los que un día estuvieron. Porque si algo tiene el Santo Entierro, es que acumula generaciones de algecireños. E historia, mucha historia.

Este año, será especial, no habrá carreras, ni reuniones, no temeremos a la lluvia, y nuestra madre no nos dará ese beso antes de dirigirnos a la iglesia. Benditas madres. Así lo han decidido, así está escrito. Es momento de reflexionar, de parar, de estar junto a Ellos, en silencio, a solas. Será la Estación de Penitencia más espiritual en nuestros 268 años.

La situación que vivimos, que ha atravesado nuestra vida como la lanza del Longinos al costado de nuestro Señor, nos hace reflexionar sobre dos aspectos muy ligados al Santo Entierro. Una de ellas, es la convicción en que la muerte no es el final, como se desprende del emblema de nuestro ejército, que nos acompaña cada Viernes Santo. La otra, es el amor de una madre, pero también el dolor, como el de María Santísima de la Soledad, que ve como su hijo ha muerto, para liberarnos de todo mal. Dolor, que muchas familias están soportando en estos días, con la pérdida de sus seres más queridos.

Jesús, el mismo que convirtió el agua en vino, que hizo andar a Lázaro, muere en una cruz, solo, rodeado de ladrones y malhechores, pero con una fe inmesurable. Por ello, tengamos una Estación de Penitencia personal con Cristo y María, recemos por los que han partido al Reino de los Cielos, seamos caritativos con los que están, pero sobre todo, tengamos fe, volverá la primavera a nuestras vidas, porque como dice el lema de nuestra cofradía… Jesús, al tercer día resucitará.

Javier Corella para MUNDO COFRADE ALGECIRAS

Vocal de Juventud del Santo Entierro

Deja un comentario